Nuestra casita

Ajá Eureka tiene las puertas de su tienda abiertas para que puedas tocar personalmente cada producto de nuestro catálogo.

 

Es un espacio acogedor y divertido que cuenta con elementos raros que harán que te sorprendas. Las repisas al revés, las lámparas hechizadas que brotan de pequeños jardines del techo, la pared de césped que es nuestro jardín expositor, la mesa caballo, los muebles de palet que son piezas de nuestro taller, orgullosamente caseros, los maniquíes transparentes y el mágico pomo de nuestra puerta que siempre te dará la mano al despedirte para asegurarse que volverás.

Los pendientes se exponen en orejas para aproximarte una idea sobre cómo lucen puestos y te piden que siempre estés “pendiente” pues sus diseños son realmente rompedores.

Nuestros escaparates van modificando por lo menos cada quincena para que nuestra tienda siempre luzca gestos diferentes a pesar de ser el mismo rostro. Y en la luna de nuestro escaparate principal diariamente escribimos frases para amenizar el día. De esta manera hacemos que la tienda sea un elemento “vivo” del entorno.

En la entrada, la repisa hecha de libros es presidida por nuestro padrino “El Greco” que porta una caja de regalo de Ajá Eureka y afirma “haberlo encontrado”.

Es seguro que si vienes, alguna foto querrás hacer, y para nosotros es un honor que disfrutes tanto de este espacio como nosotros.

Así que ya sabes, mapa en mano, frente a la magna Puerta de la Bisagra, calle Real del Arrabal 24, Ajá Eureka, te espera. Di “lo encontré”.

Escaparate de Ajá Eureka
Escaparate de Ajá Eureka